LOS ESTILOS LITERARIOS
Cada escritor tiene su estilo, es decir, una forma de expresión que lo distingue y sirve como estampa de su personalidad.
El estilo sobrio
El estilo sobrio rechaza todo tipo de recursos literarios que sirven sólo como ornamentación y se limita a exponer los conceptos de forma directa y clara. Este estilo es muy frecuente en las obras de carácter didáctico.
El estilo sobrio rechaza todo tipo de recursos literarios que sirven sólo como ornamentación y se limita a exponer los conceptos de forma directa y clara. Este estilo es muy frecuente en las obras de carácter didáctico.
El estilo sencillo
Similar al estilo sobrio, el sencillo busca la claridad ante que complicaciones. Admite los adornos y los elementos poéticos, pero rechaza las exageraciones y los recursos rebuscados.
El estilo florido
El estilo florido se caracteriza por el empleo recargado de las imágenes, metáforas y otros recursos poéticos para dar una impresión de vivacidad a la obra y hacerla atractiva, aunque la comprensión exija mayor esfuerzo por parte del receptor.
El estilo florido se caracteriza por el empleo recargado de las imágenes, metáforas y otros recursos poéticos para dar una impresión de vivacidad a la obra y hacerla atractiva, aunque la comprensión exija mayor esfuerzo por parte del receptor.
El estilo pomposo
El estilo pomposo o ampuloso abunda en adornos poéticos al igual que el estilo florido, pero añade una entonación elevada a la expresión del pensamiento y rotundidad al período.
El estilo magnífico
El estilo magnífico se distingue por la sublimidad del pensamiento. Para lograr este efecto, recurre a las figuras poéticas y otros recursos literarios que dan elegancia y colorido a la expresión.
El estilo sublime
La excelencia de los pensamientos, la belleza de las imágenes y el buen empleo de los recursos literarios hacen que el estilo sublime tenga un poder extraordinario que arrebata al lector u oyente.
El estilo jocoso y humorista
El estilo jocoso utiliza los recursos literarios para otorgar un carácter cómico a las producciones. Su finalidad es hacer reír.
El estilo cortado
El nerviosismo es la nota característica del estilo cortado. Está elaborado con oraciones muy breves y no admite adornos ni rodeos innecesarios. Expresa el pensamiento en forma rápida y pasa de unos pensamientos a otros con rapidez.
El estilo vivo
Vivo, como su nombre dice, es el estilo que comunica vivacidad, animación y alegría. Es divertido y busca recrear al lector pero sin ser jocoso.
El estilo enérgico
La fuerza y el vigor de la expresión se destacan en el estilo enérgico. Cada oración y cada pensamiento parece que fuese una frase esculpida en una lápida y para la cual no se admitiría ninguna objeción.
El estilo vehemente
El estilo vehemente concede un predominio al impulso de la pasión e incluso de la violencia. Las palabras y las ideas reflejan ese impulso y se precipitan unas tras otras.
El estilo dramático
Al impulso y a la pasión del estilo vehemente, el dramático añade un concepto de oposición entre varias cosas para mantener una actitud de lucha que hace resaltar la idea central.
El estilo pomposo o ampuloso abunda en adornos poéticos al igual que el estilo florido, pero añade una entonación elevada a la expresión del pensamiento y rotundidad al período.
El estilo magnífico
El estilo magnífico se distingue por la sublimidad del pensamiento. Para lograr este efecto, recurre a las figuras poéticas y otros recursos literarios que dan elegancia y colorido a la expresión.
El estilo sublime
La excelencia de los pensamientos, la belleza de las imágenes y el buen empleo de los recursos literarios hacen que el estilo sublime tenga un poder extraordinario que arrebata al lector u oyente.
El estilo jocoso y humorista
El estilo jocoso utiliza los recursos literarios para otorgar un carácter cómico a las producciones. Su finalidad es hacer reír.
El estilo cortado
El nerviosismo es la nota característica del estilo cortado. Está elaborado con oraciones muy breves y no admite adornos ni rodeos innecesarios. Expresa el pensamiento en forma rápida y pasa de unos pensamientos a otros con rapidez.
El estilo vivo
Vivo, como su nombre dice, es el estilo que comunica vivacidad, animación y alegría. Es divertido y busca recrear al lector pero sin ser jocoso.
El estilo enérgico
La fuerza y el vigor de la expresión se destacan en el estilo enérgico. Cada oración y cada pensamiento parece que fuese una frase esculpida en una lápida y para la cual no se admitiría ninguna objeción.
El estilo vehemente
El estilo vehemente concede un predominio al impulso de la pasión e incluso de la violencia. Las palabras y las ideas reflejan ese impulso y se precipitan unas tras otras.
El estilo dramático
Al impulso y a la pasión del estilo vehemente, el dramático añade un concepto de oposición entre varias cosas para mantener una actitud de lucha que hace resaltar la idea central.
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